Guatemala a primera vista

En nuestro primer día en Guatemala, decidimos hacer una breve recorrida por la Ciudad en taxi, bajo una lluvia tropical, para tener las primeras impresiones de esta capital centroamericana de dos millones de habitantes. Salimos de la zona hotelera y fuimos al Centro histórico, sitio adónde se mudó la Capital en el siglo XVIII luego de que la original, hoy Antigua Guatemala, quedara bajo las aguas de un volcán y, luego, sepultada por un terremoto.

Nos encontramos con un patrimonio arquitectónico e histórico rico y cuidado, en el que se destacan la Catedral y el Palacio Nacional, en contraste con el resto de los locales comerciales venidos a menos que rodean la Plaza Mayor, donde conviven coloridos vendedores ambulantes de fruta, con policías y guardias privados con armas largas. Al caos de tránsito, se suman los puestos callejeros por doquier, donde se vende de manera informal todo tipo de mercadería, especialmente CD copiados y ropa con marcas de imitación.

El antiguo edificio de la estación central desde donde el ferrocarril conectaba los 110.000 kilómetros cuadrados de la superficie del país, hace ya casi dos décadas, que dejó de cumplir su función y hoy aloja al Museo Ferroviario, frente al estatua de quien fue su impulsor allá por 1870, Justo Rufino Barrios, conocido como el Reformador de Guatemala.

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Con una población multiétnica de 13 millones de habitantes, 60% de los cuales son mestizos – localmente llamados “ladinos” - y el 40% indígenas, en Guatemala se hablan además del español, 23 lenguas indígenas.

El 51% de los guatemaltecos son pobres, de los cuales casi el 75% son indígenas. El país cuenta con el triste récord de tener el índice de desnutrición más alto de Latinoamérica: uno de cada dos niños son desnutridos crónicos.

En cuanto a sus niveles de corrupción, en el Índice de Percepción de la Corrupción 2007, Guatemala se ubicó en el puesto 111 de 179 países evaluados, con un puntaje de 2.8 sobre 10.